20 de octubre de 2008

Conferencia: El taponamiento del desgarro de una lágrima

Que me traigan a ese cirujano
Que me lo traigan
Que tengo que decirle cuatro cosas



Ni el desgarro de una lágrima
se impuso
sobre el dolor de sus ojos
profundos sabuesos
de mirar y no ver más
allá del cielo que pintaba ayer
la mano del dibujante gitano
en la esquina de la calle Caballeros

El saber que ya, no
nunca, fin.
Abrazar el aire
y apretarse a él
abrazar las nubes
y que sean nubes.